A fines de Julio por medio de internet, la señora Gabriela Mejías, llamó con bombos y platillos a un supuesto “operativo o jornada de atención” al perro abandonado en el camino, al que asistieron personas (incluida la veterinaria Daniela, de Omepa), a quien yo no conozco personalmente, con excepción de la Sras. Gabriela Mejías y Magdalena Parra. Pues bien, aclaro que, cuando se llaman a estos “operativos” y me invitan a participar yo no asisto, ya que… ¿a que voy a ir?...siendo que voy en forma continua, siempre que puedo y mis recursos me lo permiten, dejando mis idas para cuando nadie se acuerda de ir, teniendo en cuenta que ninguno de nosotros está obligado a hacerlo y quienes lo hacemos es porque ya estamos comprometidos con quienes sobreviven en el camino. Se debe tener en cuenta que la gran mayoría comienza con muchas ganas de ir, pero estas ganas van quedando en el camino, hasta que se olvidan, y no van mas o aparecen en esporádicas veces.
Ese día recorrieron el camino, llevando alimento y cariño, encontrándose a su paso con dos perros, Cholito y Colly:
Cholito llegó al camino hace aproximadamente casi un año, siempre estuvo echado viviendo sobre la basura que bota la gente inescrupulosa, y rara vez se le veía levantarse y cuando lo hacía se le notaba su cadera caída que arrastraba, supuestamente por un golpe de haber sido atropellado, ni siquiera se le escuchaba ladrar, ya que su ladrido era en parte entrecortado y casi en silencio, por lo cual pensábamos que era mudo o había sufrido un daño en sus cuerdas vocales. Vez que le dábamos comida se la dejábamos cerca para que no se parara y evitar que sufriera más en su triste abandono. Al comienzo en mis andanzas les llevaba cajas de cartón de las mas grandes forradas en nylon para que se protegieran, pero el, no hacía caso, seguía en el basural.
Cuando yo llegaba a saludarlo, el en su medio lenguaje canino, correspondía, hasta parecía que me retaba por haberme perdido algunos días, era mi sensación…yo acostumbro a conversar con los perros…ríanse, pero así es…jajaja…y supieran todo lo que me cuentan..jajaja.
A mediados de Julio, Cholito apareció con un corte en la parte posterior de su cuello, como si fuera un collar, pero no, deduzco que al pasar un cerco quedó atrapado entre los alambres, y donde forcejeó, se dañó casi la mitad de su cuello. Loreto, al verlo puso de inmediato un desinfectante, lo mismo hacía yo cada vez que iba, con tan mala suerte que no sirvió mucho que digamos, ya que su herida estaba llena de bacterias. Y llevar un veterinario al lugar me salía demasiado caro.
Fíjense en la foto que es prueba de lo que digo,
también en la suciedad de su piel señales de un
escalofriante y triste abandono en un lugar
inhóspito y solitario, donde solo encontró la
fidelidad de quienes componen su jauría.
Su jauría que nunca lo abandona,
que siempre están con el hasta
el último momento.
Colly llegó al camino en un pésimo estado de salud, siempre se le veía a lo lejos y al acercarnos, se escabullía entre los matorrales con su sarna avanzada, había que hacer malabares para poder tomarlo a la fuerza e inyectarlo. Era un perro miedoso, inseguro, que cuando lograba poner mi mano sobre su cabeza el se echaba en el suelo para que continuara en su guatita. Fue así como empezamos su tratamiento.
Me llamó siempre la atención la mirada triste que entregaba, como hasta de reproche por ser humana. Fíjense en sus orejas y pata, casi completamente sin pelo.
Después de haberlos presentado, continúo.
Cuando un perro llega al camino, no es aceptado de inmediato por los huéspedes mas antiguos, este tiene que saber ganarse la confianza de los que ya habitan el lugar, de quienes mandan el territorio, cuando ya logra pasar esta etapa, es acogido por quienes ya están, es de lleno una aceptación donde comparten frío, calor, basuras, colchones desplumados, y lo mas increíble…amistad, se hacen inseparables, cuando uno de ellos presiente el miedo, la inseguridad, aúlla para prevenir del riesgo a los demás, y así todos los de su “hogar”, se resguardan en medio de los cerros, arbustos, piedras o cuevas.
El día del supuesto “operativo”, quienes iban llegaron al lugar donde ellos acostumbraban a habitar, los vieron en estas pésimas condiciones que sin pensarlo dos veces decidieron sacarlos de su ambiente, no les importó nada, no tenían idea como es la vida en el camino, la señora Gabriela, decidió cruzar todo Santiago para llevarlos a la Clínica Veterinaria donde trabajaba la Dra. Daniela de Omepa, que los acompañaba, haciéndose cargo inocentemente de los gastos quienes habían caido en este jueguito, fue así como la Sra. Magdalena Parra confiando en quienes asistieron y se habían comprometido en ayudar con atención veterinaria, remedios y alimento para poder recuperarlos lo más pronto posible, ofreció gentilmente su casa como hogar temporal por una semana, entonces la señora Sra.Gabriela los iría a retirar, la Sra. Magda mientras tanto les construyó un canil con sus respectivas casitas copeva para que no pasaran frío en medio de lluvias y nieve. Pues bien, Cholito fue operado en el corte infectado que tenía en el cuello, tratado con antibióticos y remedios varios, el Colly fue bañado, desparasitado y enviado con tratamiento de sarna a seguir durante cuatro semanas, con tan mala suerte que al Cholito se le abrió la herida debiendo ser llevado a la misma clínica, volver nuevamente a cruzar todo Santiago (habiendo clínicas mucho mas cercanas), para luego hacerse cargo de su tratamiento y atención veterinaria la Dra. Constanza Ruisiñor, a la que obligatoriamente había que costear su traslado e ir a buscarla, lo cual acontecía su buen gasto de bencina por la señora Magda.
Los primeros días fueron de mucha incertidumbre y penas por el dolor de hacerle todos los días curaciones dos o tres veces por día, también hay que pensar que eran perros que vivían a pampa abierta, hubo que enseñarlos diariamente a estar conviviendo en un lugar cerrado, y con humanos, además de darles el cuidado y atención necesaria.
De repente se escapaban de su canil, sin poder tomarlos durante muchos minutos, intentando que volvieran a su lugar, también como ambos pertenecían a jaurías diferentes, hubo que tenerlos separados mientras aprendían aceptarse, y así evitar las peleas diarias entre ellos. No se puede sacar un perro del camino sin saber como hacerlo, sin conocer su carácter, siendo ignorante en el tema.
Han pasado las semanas, gracias a la Sra. Magdalena Parra, ellos dos están totalmente recuperados, sanitos y felices, los vemos correr a diario, les abre la puerta del canil para que salgan a dar su vuelta, y luego vuelven solos a su refugio temporal.
Cholito,hoy, hasta corre dentro de sus limitaciones, ya que lo que tiene es una leve displasia de caderas, por suerte en posible recuperación.
Y el Colly dejó de estar encerrado en su casita, hoy sale a correr y no hay caso que alguien lo pueda agarrar, es su pena mas grande que lo encierren.
Fíjense bien en los antes y después, de cada uno. Es increíble como se han recuperado, gracias a la diaria atención de la Sra. Magdalena, quien ha demostrado su real compromiso al aceptar y acoger a estos perritos en su hogar, ni siquiera fijándose en todos los gastos ocasionados por ellos.
Ahora viene lo terrible…durante estos meses, quienes se comprometieron con ellos al tomar la decisión de sacarlos de su habitat y llevarlos a la clínica, han brillado por su ausencia, me refiero a la Sra. Gabriela Mejías, quien fue la precursora de estos supuestos operativos y los gastos ocasionados por ellos en remedios, alimentación y cuidados, han sido realizados por la Sra. Magdalena Parra.
Lamento que esto suceda, pero no puedo quedarme en silencio, sino que esto sirva de experiencia para quienes quieran “ayudar”, que no es llegar y sacar un perro del camino, para luego volver a dejarlo en un segundo abandono como lo hizo esta animalista. Quienes amamos a los perros, sabemos que esto no se permite. Cuando yo decido sacar un perro del camino, es por que me hago “responsable” completamente de el, hasta dejarlo si Dios quiere en su nuevo hogar. Solo así podré decir que mi meta se ha cumplido. ¿De que nos sirve comprometernos, si luego no cumplimos?...Una de las primeras palabras que yacen en mi forma de vida, es responsabilidad:
Ser responsable de tomar decisiones conscientemente y aceptar las consecuencias de nuestros actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos. La responsabilidad es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien. Responsabilidad es la capacidad de dar respuesta de los propios actos.
Si yo no acostumbro a ser responsable, como podrán los demás confiar en mí?... Las personas responsables pensamos con anticipación, nos marcamos metas razonables, e intentamos siempre de hacer todo lo mejor que se pueda. Aprendemos a ser perseverantes y no nos damos por vencidas fácilmente. Las personas responsables aceptamos las consecuencias de nuestros actos; no culpamos a otros por nuestros errores.
Hoy estamos en un enorme dilema, estos perros ya recuperados totalmente, deben volver al camino, ya que no es posible seguir manteniéndolos en casa de la Sra. Magda, encerrados en un canil, a menos que todos, pero TODOS, nos pongamos en campaña para reubicarlos en forma RESPONSABLE en un hogar donde puedan ser adoptados y merecedores de mucho cariño, ya que han sufrido demasiado luego de que fueran salvajemente abandonados, la primera vez en el camino, y la segunda en casa de la señora Magda por la señora Gabriela Mejías.
Si tu quieres colaborar, ayúdanos a buscarles hogar, para no tomar la maldita solución de devolverlos al camino, lo cual me daría mucha pena el tener que hacerlo. Por lo menos yo jamás lo haría. Me cuesta tanto sacar un perro del camino para darlo en adopción, mientras otros los siguen llevando.
Quiero agradecer en forma muy personal a la Sra. Magdalena Parra, especialmente a través de ella, a su esposo, quien ha tenido la paciencia de soportar a Cholito y Colly, con lo que conlleva a su magna recuperación.
¿Estás de acuerdo en querer colaborar, pero que tus colaboraciones sean en forma responsable?
A tí, te esperamos...no seas como los muchos que dicen que "ayudan", lo hacen a costa de los demás ...y no lo hacen.
Ahora nos toca a TODOS… Cholito y Colly, lo necesitan. Te atreves a hacerte responsable de la felicidad de estos canes?...entonces “ayúdanos a darles una nueva oportunidad”. Nos comprometemos para ir a dejarlo.
Para que te contactes con nosotros.
Fono 09.7997777
Por correo: mariposaunika@gmail.com