Este escrito es una dramática descripción de la realidad que viven muchas personas que administran refugios o rescatamos perros abandonados. En Chile desde hace décadas que conozco a varias de ellas, como también mi propia experiencia al estar a cargo de un refugio donde muchas veces no teníamos que darles de comer, como también las cientos de veces que he recorrido los caminos solo llevandoles agua a los perros del camino, aquellos que no tienen oportunidades de sobrevivir en las cuestas, cerros, sin nada que comer mas que tierra con piedrecillas. Todo aquello junto a mis propias historias autorales me llevan a invitarlos que lo conozcan, quizás muchas de ustedes se verán en mi misma situación, se encontrarán identificándose con cada una de sus palabras. Vaya que yo me identifico, muchas veces me dan las cuatro de la madrugada tratando de cambiar este mísero mundo de los abandonados.
Fue escrito por Joan Fremo, la ya fallecida fundadora de "Pyrangels", una red de acogida de perros abandonados o maltratados en España. Su obra fue una gran ayuda y fuente de inspiración para muchos en su país. Para nosotros, quienes nos dedicamos a ayudar animales abandonados, es un claro reflejo de nuestra propia realidad.
A veces pienso que si hubiera ahorrado todo el dinero que les he dado a los perros abandonados, hoy podría haber tenido una parcela, una camioneta nueva, mejores vestimentas y cantidad de cosas, pero la verdad que no necesito esas cantidades de cosas, solo necesito buscar ser feliz. Creo que de lo que menos me arrepiento, es el haber gastado tanto dinero en ellos, los perros del camino.
Han habido muchas veces en que yo personalmente he querido dejarlo todo y ustedes se han dado cuenta, en silencio me llenan de mensajes internos con tal de levantarme el ánimo e incentivarme a seguir, y es Dios quién se ha encargado de mostrarme nuevamente el camino un poco mas iluminado para continuar, es por ellos que sigo adelante, cueste lo que cueste, no me importa que la gente diga lo quiera, es su derecho, como mi derecho hacer de mi vida lo que yo quiera, y ayudar voluntariamente a los perros del camino, me hace inmensamente feliz.
Quisiera que mi día tuviera dos horitas mas, para terminar de escribir todas aquellas historias inconclusas que hay en mi carpeta, para poder disminuir la cantidad de libros que mi velador va acaparando esperanzado que algún día me los lea.
Quisiera tener el dinero suficiente para poder ayudar a todas aquellas personas que un día han querido dejarlo todo como yo, me encantaría hacerlo, lo hago con lo que puedo de manera anónima, pero siempre es poco.
Cada vez que he estado en esta situación, acariciar a mi Rayo Boy y Catalina, ver que en sus ojos hay un amor puro e inocente, lloro, los abrazo, me los como a besos y vuelvo a seguir.
Agradezco sinceramente a todas aquellas personas que confían plenamente en esta página para ser intermediaria de su colaboración hacia los perros abandonados donde la ayuda llega realmente a los que la necesitan. Gracias por confiar en pleno.
La emoción hace que nuestros ojos se humedezcan, así que prepárate.
Marcela Opazo
losperrosdelcamino@gmail.com
¡Quiero dejarlo todo! Estoy mal de salud; hay días en que me siento tan mal que casi no me puedo mover. Mis cuentas de teléfono son astronómicas, ya me podría haber comprado una furgoneta nueva con el dinero que he gastado estos últimos tres años en animales que no eran míos.
¡Quiero dejarlo todo! Me paso horas y horas mandando mensajes de correo electrónico sobre perros. Si hay 500 mensajes cuando empiezo a trabajar, a la cuatro de la mañana, cuando apago el ordenador, todavía quedan otros 500 mensajes por leer.
¡Quiero dejarlo todo! Dios Mío, no tengo ni tiempo para mandar e-mails a mis amigos. Ya no me acuerdo del último libro que leí, y ya no me interesa mi abonamiento al periódico local; antes me divertía leerlo de la primera pagina a la última, pero ahora casi siempre termina en el fondo de la jaula de la ardilla, sin leer.
¡Quiero dejarlo todo! Me he pasado días mandando e-mails a medio mundo intentando encontrar una casa adoptiva para los perros; ayuda para un perro que se esta debilitando en un refugio, pero sus días están contados, y el refugio ha tenido que sacrificarlo para hacerle sitio a la siguiente alma en pena.
¡Quiero dejarlo todo! Os lo aseguro que cuando me alejo de mi ordenador para estirar las piernas y sacar los perros afuera, es solamente para volver y encontrarme otro perro que necesita ayuda desesperadamente. Hay veces en que me horroriza mirar mi correo electrónico ¿Cómo voy a encontrar los fondos y la ayuda para volver a salvar a otro perro?
¡Quiero dejarlo todo! Salvo un perro y dos más lo reemplazan. Primero que si un dueño ya no quiere a su perro porque no quiere quedarse en su patio sin vallas. Un macho ileso merodea. Una perra que se quedo embarazada de un perro callejero. Un cachorro de tres meses que mato unos pollitos. Esta persona que se muda de casa y necesita dejarnos a su perro. Os pregunto amigos míos: ¿qué pequeña o gran ciudad, qué estado no permite tener un animal domestico?
¡Quiero dejarlo todo! Acabo de recibir otra fotografía, otra alma en pena con ojos atormentados que se asoman desde un cuerpo mal nutrido. Oigo gemidos en mis sueños, sufro pesadillas durante días.
¡Quiero dejarlo todo! Muchos de los criadores de perros no parecen querer oír hablar de nuestros perros. Los criadores no se dan cuenta, o simplemente no les importa, cuántos de sus perros de raza se mueren en nuestros refugios.
¡Quiero dejarlo todo! Acabo de colgar el teléfono, "¿Es usted Pyrangels? Queremos adoptar un macho para aparearlo con nuestra perra". ¡Pero cuántas veces tengo que explicarlo! He intentado hablar de genética, sobre salud y pedigríes. Explico que el refugio ¡CASTRA a sus animales! Generalmente acabo llorando, informándoles de la cantidad de animales que mueren en refugios a lo largo y ancho de nuestra nación, cuando describo la SITUACION EN LA QUE MUCHOS DE ESTOS ANIMALES SON ENCONTRADOS. Me pregunto si realmente me escuchan.
¡Quiero dejarlo todo! No es que no tenga ya suficientes perros recogidos en mi refugio de los que preocuparme. Hay otras personas que han colocado perros sin tener cuidado y no se encuentran presentes para aconsejar a sus nuevos dueños.
¡Quiero dejarlo todo! Hay algunos refugios que parecen hacer gala por su falta de escrúpulos: acaparadores, individuos que se dedican a estafar usando la ayuda a los perros como pretexto para sacarse unas ganancias. Los que pretenden acomodar a todos los perros encontrados sin diferenciar en base al temperamento y las circunstancias particulares de cada animal, poniendo en peligro de esa manera a sus colegas de otros refugios, así como a los nuevos dueños de dichos perros por no haber sido honestos.
¡Quiero dejar esto! He creído en gente que no era la justa, puse mi fe en ellas y me han destrozado el corazón.
¡Quiero dejarlo todo! PERO ENTONCES... Mi perro Magnus apoya su cabeza en mi regazo, él me conforta con su gentil presencia. La idea de sus primos sufriendo me acongoja.
¡Quiero dejar esto! PERO ENTONCES... Uno de esos 500 e-mails es de una persona que ha acogido un perro. Me agradecen el haberle proporcionado el perro más maravilloso del mundo, no se pueden imaginar la vida sin su amigo. Sus vidas han cambiado y me están muy agradecidos por ello.
¡Quiero dejarlo todo! PERO DE REPENTE... Uno de mis perros ha visitado una casa de reposo, una residencia. Un paciente que se ha pasado los últimos años sin ser capaz de comunicar, de conectar, alza la mano para acariciar la enorme cabezota en su regazo, hablando sin dificultad sus primeras palabras en años a esa amable criatura peluda.
¡Quiero dejarlo todo! PERO DE REPENTE... Jamie dio sus primeros pasitos agarrado a nuestro perro. “Joan, deberías de ver este perro cuidando de ese gato herido”. “Estuve tan enferma... OH, Joan, y el perro sin apartarse de mí por un momento”.
¡Quiero dejarlo todo! Recibo un mensaje electrónico de un colega: “No sé nada de ti desde hace tiempo. ¿Estás bién? Ya sabes que me preocupo por ti”.
¡Quiero dejarlo todo! Y ENTONCES... Una docena de ayudantes se unen a nosotros para echarnos una mano, transportar, tirar de algo, dar ánimos. Tengo amigos a los cuales no he visto nunca, pero compartimos lagrimas, alegrías y todo lo que hay por el medio. No estoy sola. Estoy bendecida por mi familia del alma, mis amigos colegas rescatadores de perros.
Solo hace unos días un amigo compartió su ingenio y saber conmigo, su e-mail a últimas horas de la noche me levanto los ánimos. A veces son amigos que solo tienen tiempo para mandarte una sonrisa. A menudo son mis amigos que me mandan noticias de más perros necesitados.
Hay rescatadores de perros que si ven un transporte inestable hacen de todo para remediarlo. Rescatadores que se quedan a pasar la noche o cuidarían tu perro mientras tu buscas un medio de transporte. Hay Rescatadores que no están acostumbrados o no se sienten cómodos con las razas de tus perros, pero dejan de lado sus miedos para ayudarte.
Hay Rescatadores cuyas palabras alegran nuestros corazones. Casas adoptivas que aman al perro que tú has rescatado y le hacen recobrar de nuevo su cuerpo y espíritu. Casas que acogen a perros y tratan de acomodar a tu protegido, aunque no sea de su raza preferida.
Rescatadores a los que contactamos para pedir ayuda de muchas maneras, que nos contestan, oyen nuestras suplicas. Rescatadores que se convierten en familia, nuestra fuerza, nuestros camaradas en la batalla. Yo sé que no puedo salvar a cada perro necesitado. Yo sé que mis esfuerzos son como una gota de agua en un océano. Yo sé que si acojo a un perro más, los que tengo sufrirán.
¡Quiero dejarlo todo! Pero no pienso darme por vencida. Cuando esté desesperada acariciaré la cabeza de mi perro Magnus mientras leo los mensajes electrónicos de mis colegas Rescatadores. Lloraré con ellos, me reiré con ellos y así me ayudaran a encontrar la fuerza para salir adelante.
¡Quiero dejarlo todo! Pero no hoy. Hay otro mensaje electrónico, otro perro que necesita un Refugio. Estas palabras están dedicadas, con amor y agradecimiento, a todos mis colegas Rescatadores.
Joan Fremo 19/02/03.
3 comentarios:
Estimada Marcela, muchas veces me he imaginado cómo te sientes, creo que la mejor palabra es IMPOTENCIA ante la indiferencia para botarlos, es un cuento de nunca acabar, puchas que nos falta.
Sé que has podido seguir adelante no sólo por tu fuerza y gran corazón, sino por el apoyo incondicional de tu familia
Como siempre Marcela, mi admiración por tu obra y bendiciones para tí y familia.
Llake
sABES QUE TE ADMIRO Y TE QUIERO Y NADIE PUEDE Y PODRA OCUPAR TU LUGAR AMIGA...........FUERZA QUE TODO TIENE UN FINAL...FELIZ ES LO QUE ESPERO. QUE LA GENTE TOME CONCIENCIA QUE SON NUESTROS HERMANOS PEQUEÑOS QUE NOS DAN ALEGRIA .Y FUERZA PARA LEVANTARNOS EN LAS MAÑANAS .... OBLIGACIONES... YA LOS HIJOS SE HAN IDO Y TENEMOS LOS PEQUEÑOS...BESOS.
hola amiga como puedes decir eso..... ni se te ocurra, pues ellos los perritos solo te tienen a ti siempre ,, quisas hayan otras personas que vayan al camino pero no siempre , ellos solo esperan a su angel que eres tu y si no regresas se moriran y no de hambre sino de tristeza, abrazos
susy1944@hotmail.com
Publicar un comentario