Cuando recorro las calles, me fijo en lo que la gente bota a la basura, desde basura misma hasta utensilios, muebles, plásticos que a otros lo mas seguro le puedan servir, si hay algo que les sirva a los perros del camino, los recojo pensando en reciclar, me los llevo a casa donde los lavo desinfecto con cloro, amonono lo mejor que puedo y se los llevo a ellos, para reutilizarlos como tiestos comederos o para el agua. Todo depende de lo que recoja.
Así fue como un día recogí de la basura otra casi nueva bañera de guagua, lo mas probable que haya sido de una niña hermosa que al ir creciendo ya no cupo donde la bañaban, de seguro pasó a ocupar un lugar en la casa, que con el tiempo necesitaron encontrando que lo mejor sería dejarla en la basura, quizás a otra persona le pudiera servir. La miro desde mi auto, me asombra lo nueva que se ve, me detengo y la subo, lo de siempre, la desinfecto, la pongo mas linda aun. Y me la llevé al camino. Decidí dejarla en un lugar donde habían dos perro hermosos, padre e hijo, el primero fue abandonado, habíamos creado lazos por su forma de ser, sufrida, llevaba cuatro años en el lugar, un día ya no existió, y el segundo nació en el sector, fue el único de la camada que no pudimos tomar para traerlo y darlo en adopción, cuando era aún un cachorro, lo bauticé Principe. A ese perro le tenemos un cariño especial. Cierto día, alguien se llevó la bañera rosada con toda la comida que habíamos dejado el día anterior. ¡Que rabia da cuando van personas a robarles a los abandonados!.
Lo mismo que el cartón, hay veces que una caja de cartón es tan importante para un perro abandonado que pocos saben que esa caja les puede servir de cama, que los pueda proteger en parte de la humedad del frío en invierno, cuidarlos que agarren un resfrío que mas tarde los lleve a la muerte. Una caja de cartón grande, de esas donde vienen refrigeradores, lavadoras, forradas con las típicas bolsas negras que usamos para botar basura, se pueden transformar en casas. Y vaya que les sirve aunque poco usen las casitas, mas sirven para dejarles el alimento dentro y cuando llueva no se les moje. También desaparecen estas cajas, y mas aún cuando tienen alimento. Por último mas vale dejarles el alimento tirado dentro de las casas, los humanos no se darán el trabajo de agacharse, tomar uno por uno, guardarlo y llevarselo. En cambio se llevan las cajas, lo que encuentren con alimento.
Aprendí que los perros, son mas inteligentes que nosotros, ellos se las rebuscan por instinto para luchar en un medio solitario, desconocido, hóstil, pero un tiesto plástico o una caja de cartón, vaya que les ayudamos hacer su vida un poco mas digna.
Cierto día ibamos de paseo hacia un lugar, cuando de repente mis ojos se fijan en algo que hay en el suelo, justamente a la orilla de la calle, en la basura, era un moisés de mimbre, si, de esas cunas que se les compra a las guaguas en sus primeros meses de vida, estaba impecable, lo mismo, lo subo, lo desinfecto, pero, había que hacerle un colchón y una frazada, así de simple, daba gusto ver como Marina, una de las perras del camino, salía de su moisés, donde se recostaba por las noches, resguardándose del frío en un lugar limpio y cálido, hasta que vino la lluvia, hechó por el suelo todo, son tremendas las lluvias en el camino, de solo pensar en las veces que me ha pillado en el lugar, siento que la piel se me eriza de impotencia.
Un tiesto para lavar.
Una bandeja que algún día perteneció a un auto.
Cajas de diversos tamaños:
Una bañera que ya no se ocupa.
Tu también puedes reciclar, así ayudamos a nuestro planeta.
Y si vas a los caminos, recuerda evitar dejar bolsas nylon, papeles en general que ensucien, tiestos a la vista, botellas plásticas que parezcan basura, demostremos nuestra cultura, hacerlo, siempre viene bien.
NO MAS ABANDONO DE PERROS.
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