Tiempos de otoño, desde que tengo uso de razón que me siento diferente cuando llega esta estación, no hay nada mas sensual que ver una hoja como desnuda a un árbol, los interminables colores de las hojas me transforman, es su magia que vive en mí. Sentir que esa hoja caerá al suelo y besará la tierra, se quedará ahí, quieta, pausada o se irá con el viento a recorrer otros caminos. Recorrer caminos sintiendo la brisa otoñal en mi rostro me excita, me devuelve a la vida una y otra vez. Recorrer el camino, lento y pausado acariciando cabecitas olvidadas abandonadas me hace un poquito mas feliz que ayer. Miro al cielo dando gracias.
El cambio de clima ha llegado al camino, las tardes han comenzado a ser cortas, la brisa otoñal se ha empezado a sentir, ellos continúan ahí esperando, esperando que llegue una de las pocas personas que nos damos el tiempo que siempre falta para llevarles algo de comida, una caricia que les podamos entregar siempre y cuando ellos vuelvan a confiar en un humano. Cuesta, pero no hay nada imposible, me digo, poco a poco desde que los dejaron hace ya mas de dos años, he logrado que confíen, me ha costado, pero cada día progresamos mas. Hoy me da gusto verlos, quisiera verlos felices en un hogar responsable que los adoptara, hoy me esperan, ya no arrancan, apenas me ven corren con sus caritas ansiosas para saber que de rico les puedo llevar. Gracias a las ofertas del Tottus, a la tarjeta adicional de mi amado, a las contadas donaciones de mis queridas fieles amigas que un día hace un tiempo llegaron a esta página, aquellas que mensualmente se acuerdan de ellos que están sufriendo en el abandono y a esta loca que deja todo lo que tiene que hacer por ir a verlos, puedo llevarles alguna exquisitez, le hacen chupete a las galletas huesitos colmadas de pasta húmeda. La verdad que me encanta regalonearlos. Me duele todo cuando empiezo a imaginar que pronto llegará el invierno, volveré a sufrir de pena por que ellos están sufriendo cada vez que hay tormentas eléctricas o lluvias fuertes. Desde que conocí las tormentas en el camino, me da pena la lluvia fuerte, solo pienso en el sufrir de ellos. La mayor prueba son RayoBoy, Cata, e Ika que le tienen horror a los truenos. Trato de pensar positivo e imagino que ellos son mas inteligentes que nosotros, que están mas aptos para buscar donde guarecerse entre medio de los cerros, debajo de las rocas, en las cuevas, dentro de las enredaderas o sencillamente bajo unas ramas sin hojas.
El frío se empieza a sentir por las tardes, es el otoño que hace su entrada triunfal en cada hoja que cae de los árboles mientras ellos buscan apoderarse del último rayito de sol que entibia la tierra para guardar en sus cuerpos el calorcito que los pueda mantener para pasar las noches aun mas frías que las tardes.
Hace clic sobre el video, los verás como buenos hermanos, juntos, fijate en sus ojos, son transparentes de inocencia. Si alguno de ellos toca tu corazón y sientes deseos de ayudarlo, protegerlo e intentar salvar su vida adoptándolo, por favor no te demores, comunícate conmigo a mi correo losperrosdelcamino@gmail.com solo pido que seas responsable de por vida de lo que quieres adoptar.
¿Los viste?...¿Que sentiste?...¿Crees que ellos tienen alguna oportunidad de adopción?
En mí siempre hay esperanzas, uno que logremos rescatar de la miseria del abandono en que los dejaron sus dueños, ya estaremos haciendo la diferencia.
Recorro el camino viendo como se va llenando de hojas el suelo.
Como se van desnudando los árboles.
Pienso...todos necesitamos de otoños en nuestras vidas, solo así sabremos esperar las primaveras.
Gracias por leerme, por intentar de entender y comprender la angustia que siento cuando se viene el invierno. Ahi siento que ustedes están conmigo, en silencio...o ¿me equivoco?
Marcela
losperrosdelcamino@gmail.com
NO MAS ABANDONO DE PERROS
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