"Los Mineros"

Conocemos que se denomina minero a la persona que se encarga de excavar minas para extraer minerales. En el camino también encontramos mineros, son aquellos cachorros que nacen dentro de cuevas donde sus madres han decidido ir a parirlos en silencio, su instinto les predice que es la mejor manera de traerlos al mundo, lejos de los depredadores. Nuestros mineros no saben de herramientas eléctricas, ni palas y chuzos, menos de máquinas y excavadoras enormes.
Nacer en una mina oscura en el camino, con paredes de tierra por todos lados, una sola obertura, es fuerte, duro, pero sus madres se sienten protegidas de que nada le pasará a sus cachorritos cuando nazcan, ellos nacen estando privados de la luz del sol por lo que deben poco a poco ir acostumbrarse a la luz en general, ellos no saben de lentes de sol.
Ellos no tienen lámparas acopladas a sus cascos protectores que tampoco existen. Dentro de la mina están llenos de tierra, la tierra los ensucia, echa a perder la suavidad de su piel y pelaje. Se les irritan sus ojitos por el polvo. Conocen la oscuridad de la mina como la de sus vidas.


Nacer como minero exige un importante esfuerzo físico y no está exento de riesgos. En muchas ocasiones deben cambiar continuamente sus posturas o recorrer distancias inclinados agachaditos para alcanzar la salida. Por otra parte, a menudo se ven expuestos a derrumbes o desprendimientos de rocas que pueden provocar desde pequeñas fracturas hasta la muerte por aplastamiento. En el camino es normal que camadas enteras se pierdan entre las cuevas mineras cuando se produce un derrumbe. La gran mayoría, muere.

Cuando yo se que perra está por parir, espero. Desde el momento de no verla pueden pasar dos semanas en que la madre vuelva aparecer por la necesidad de alimentarse para seguir sobreviviendo. Es ahí cuando comienza su búsqueda, comenzamos a recorrer los cerros buscando hoyos tipo cueva, poner oídos para escuchar los primeros aullidos perrunos, solo así sabemos si aún están con vida.

Hay veces que jamás los encuentro, pero hay otras que la emoción de encontrarlos vivos me eriza la piel y el corazón casi se sale por la boca. Es todo un trabajo que hacemos, desde agacharnos para ver solamente si existen, o meternos dentro de la mina con todo el cuerpo. Hay minas que miden más de tres metros de profundidad, y ellos están al fondo de la cueva. Es dura la tarea de poder sacarlos de ahí, rescatarlos es aún mas difícil, ellos no están acostumbrados al humano, temerosos asoman su cabecita, luego su cuerpo para comenzar a salir. Tenemos que estar pendientes a que salgan, ellos siempre están atentos a todo lo que pasa a su alrededor, sus reflejos se duplican al estar a la defensiva tratando de salir de su cueva y en el momento de hacerlo tomarlos de inmediato para que conozcan nuestro olor, nuestras caricias y podamos alimentarlos cuando la perra madre ya lo ha dejado de hacer.

Solo así nuestros mineros logran reubicarse en un ambiente que no conocen. Cuando ya lo hemos conseguido, los dejamos en el lugar por lo menos hasta poder domesticarlos, que ellos confíen en nosotros, le llevamos alimento para cachorritos, su leche y agua. Nuestros mineros hermosos comienzan a confiar, comienzan a salir y cuando ya nos esperan ansiosos por su comida, los tratamos de sacar lo más rápido del lugar para traerlos en adopción.

Deleítense con estos cachorritos, son los últimos mineros que nacieron en una cueva, eran hijos de Bella, la que se encerró por mas de dos semanas para amamantarlos y protegerlos, con tan mala suerte que le dió mastitis, lo que hubo urgente hacerle tratamiento para evitarle peores consecuencias. Hoy Bella está sin cachorros, gracias a Taty y Romina que se la jugaron por ellos, hoy Bella ha vuelto a correr por los cerros, y aun está a la espera que alguien la pueda adoptar. Si quieres adoptarla, por favor comunícate conmigo a través de esta página o en facebook.

NO MAS ABANDONO DE PERROS

Marcela Opazo C.