Un día de febrero me llama Irene, sin conocerme me dice Sra. Marcela, sigo su obra desde hace mucho tiempo, yo quiero una perrita del camino. Contesto: vamos a buscarla, tu la eliges.
Al sábado siguiente nos encontramos y nos acompañó todo el recorrido, llegando a un sector donde habían muchos huéspedes, de repente sale a su encuentro una perrita esquelética que había llegado por el mes de diciembre, tremendamente tímida que no se dejaba ni siquiera acariciar, siempre se escondía, luego que nos retirábamos, ella salía a buscar su alimento, pero ese día vio a Irene, se le acercó, se paró en sus dos patitas traseras y le lengüeteó su brazo. Irene la miró y me dijo, esta es mía. Intentamos tomarla para subirla a mi auto, pero ella sigilosamente se perdió entre los arbustos, esperamos mas de una hora para que se asomara, pero nada, entonces digo, no importa, a la vuelta te pasamos a buscar. Seguimos subiendo, pensando que a Irene entre tanto perro abandonado que salía a nuestro encuentro se le olvidaría el rostro de esa perra. Yo le mostraba todo aquel que estaba dentro de su gusto canino, pero no, Irene no dejaba de hablar de ella, Marce viste que hubo química entre las dos, es hermosa, tiene unos ojos que me maravillaron, le pondré Luna. Ni por más que yo le mostraba otras perritas, no hubo caso. Decidimos que de vuelta por la noche, pasaríamos de nuevo a buscarla, así lo hicimos, otra vez en el lugar, Irene la llamaba…Luna, Luna, ven tu madre te llama…y yo me reía…jajaja…pero Irene, como va a saber ella que se llama Luna si la has visto una vez, no me respondía, ella ya sabe que es para mí,me decía. Dieron casi las doce de la noche esperándola, y nada. Decidimos irnos y volver otro día. Irene iba maravillada, la fuimos a dejar a su casa lejos del camino, llegando a ella no dejaba de hablarle a su familia de Luna, es mía.
Al día siguiente volví a subir, Luna comía y de repente se desaparecía, así sucedió muchas veces, como si supiera que yo me la llevaría, y ella no estaba preparada para abandonar el ambiente al que le había costado acostumbrarse. Para el terremoto, Irene me llamaba una y otra vez, no había caso, luego vinieron los fríos, otra vez el llamado de Irene, estará pasando frío, me decía. Desde ese día que subimos al camino en su busca por primera vez, han pasado casi mas de cuatro meses. Irene, llamaba y llamaba, Marce…¿has visto a mi Luna? ¿Cuándo me la vas a traer?...Pronto, contestaba, que mas quisiera yo llevártela, apenas me deje tomarla la subo y te la llevo. Se la había encargado a otras personas, pero nada, a ellas sí se les acercaba, como si supiera que ellas no se la llevarían, pero nadie la bajaba del camino por temor a no cumplir la regla de los que realmente amamos a los perros sabemos que si sacamos un perro de ese lugar, es para no volver nunca mas a ser nuevamente abandonado. Eso no se hace.
Pues bien, hoy decido ir al camino como tantas veces, llego al lugar donde ella se encontraba, al escuchar mi voz llamándola salió de inmediato a mi encuentro, yo preparada, lo primero que hago es ponerle su cuerda para que no se me escape, no me haga tonta…jajaja…la muy fresca me mira, se agacha cuando ve que sus demás acompañantes llegan también a saludarme, que pena mas grande no poderlos sacar a ellos también, solo les digo ténganme paciencia, algún día llegará ese momento que vendré por ustedes.
Para que les cuento, ella como sabiendo que era su hora se fue directamente a mi auto, donde de inmediato la subimos con mi esposo, bendito sea por comprenderme, por amarme. Luna desde que llegó al camino hoy se notaba que el tratamiento de la Dra. Claudia le hizo muy bien, está sanita, recuperada, su pelaje brilla, ni siquiera llevaba pulgas en su pelaje, la subimos al auto y partimos mierda, mientras la tarde comenzaba a caer sobre la ciudad, la temperatura descendía tan rápido como la noche sobre la tierra y yo mas feliz que perro con pulgas, no dejaba de imaginar a Irene vuelta loca esperándola, saltando en una patita por que por fin su Luna estaría a su lado, la podría llenar de caricias, de cositas ricas, del inmenso cariño desde ese día en que la conoció.
Luna se sentó tranquila, aunque su corazón latía a mil, pobrecita, de seguro por el temor de ser subida a un auto quizás algo le recordaba en su instinto, lentamente atrás dejábamos ese camino rodeado de árboles grandes, de lluvias escándalosas, de frío que tritura las pieles, de ese camino que durante meses fue su hogar, Luna no quitaba los ojos de los vidrios mirando a través de ellos, mientras yo acariciaba una y otra vez su cabeza para que supiera que estaba bien, entregándole esa seguridad que un día le quitaron, hoy comenzaba una nueva vida, había para ella una nueva oportunidad.
Llamo a Irene a escasos metros de su casa, estaba haciendo clases en el colegio donde trabaja, al decirle lo acontecido la emoción en sus palabras se hacían sentir a leguas por el teléfono, la felicidad llenaba su voz. Llego a su casa, Ivonne su hija nos estaba esperando, es hermosa me dice, mi mamá no se equivocó. La entramos a casa, la recorrió entera como si supiera que ella se iba a quedar ahí, estaba confiada, me miraba, sus ojos húmedos traspasaban mi piel de lo contenta que la vi.
Dios siempre da oportunidades, es el quién dirige nuestros destinos. Hoy Luna se ha encontrado con su ama para no separarse nunca mas. Irene no está en la foto, fuera de agradecerle su inmenso amor hacia los perros abandonados, agradezco que también pensara en la bencina que usa mi auto...jajaja...Mil gracias para tí, y toda tu familia quienes fueron los que acogieron a Luna con los brazos abiertos, con mucho cariño, con entrega total.
Irene, si algo yo te puedo colaborar, ya sabes donde ubicarme, espero que si existe la oportunidad para otro perro del camino, no me lleve tanto tiempo en entregarlo como pasó con Luna, soy de aquellas que apenas me lo piden, hago lo imposible por ir a buscarlo y a dejarlo...gracias de corazón. Y no pido nada mas que le devuelvan la dignidad robada de mascota.
¡sólo una oportunidad!...
a los perros del camino
creo que en nuestro mundo todos seríamos
un poquito mas felices cada día.
Vamos que se puede...
4 comentarios:
muy bueno tu blog. espero que con iniciativas como esta ,se termine la inconsciencia en este pais que tanto se jacta de ser "el mas desarrollado de sudamerica"
abrazos.
""HOLA AMIGA """
QUE EMOCION TAN GRANDE SIENTO CUANDO DAS EN ADOPCION ALGUN PERRITO... DIOS ES MUY GRANDE Y NO DESAMPARA A NINGUNA DE SUS CRIATURAS, Y GRACIAS A TI TAMBIEN Y GRACIAS A IRENE , NO SE VA A ARREPENTIR PUES LOS PERROS ABANDONADOS SON MAS FIELES QUE CUALQUIERA YO LO SE PORQUE LOS 7 QUE TENGO FUERON ABANDONADOS Y 2 DE ELLOS SE FUERON A MEXICO PERO ME QUEDARON 5 QUE SON MUY NOBLES Y NO TENGO NINGUN PROBLEMA Y SUPER OBEDIENTES
SUSY1944@HOTMAIL.COM
si, al fin llego el dia de la Luna y ahora felizmente esta aqui en casa muy regaloneada y sera muy feliz ! con cada cariñito borrara una parte triste de lo que sintio y paso cuando la abandonaron y ahora con mucho amor recuperara la confianza y alegria. Realmente agradezco la oportunidad de haber podido acompañarte un dia a ese camino, quede realmente impresionada, fue una experiencia dura ver todos esos perritos ahi pero al mismo tiempo fue impresionante sentir todo ese agradecimiento y ese amor que tienen por entregar a pesar de todo lo que tuvieron que pasar y tambien te doy la gracias marcelita por la hermosa labor que hacen, por la paciencia y abnegacion, yo vi como llenabas y llenabas bidones con agua y parte de lo que hacen cada vez que suben...somos muchos los que dia dia ayudamos a aquellos animales que han sido traicionados, maltratados y cruelmente abandonados a su suerte y siempre se puede ayudar de una u otra forma ! asi que a seguir todos con mucha fuerza !! muchos cariños
Q linda la historia! Me emocione leyendosela a mi mama. Te felicito Marcela y tb a Irene x rescatar a Luna, ojala sean muy felices juntas.
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