Uno propone y Dios dispone. Ese día viernes 26 la íbamos hacer cortita, pensando que mi sabio padre cumpliría noventa y un años el domingo 28 de febrero, así me iría tranquila a disfrutar nuestro fin de semana en familia, y para ello debía dejar el camino todo cubierto en alimento y sobre todo agua en esta época calurosa. No salgo de vacaciones, hace años que no las conozco en verano…ni en invierno…jajaja.
La semana anterior, día martes más exacto, íbamos subiendo con Claudia, (tan aperrada como yo) en nuestro recorrido acostumbrado, cuando de repente en un sector del basural, algo cerca de la minúscula berma divisamos un bulto oscuro sentado encima como de un saco blanco. Me detengo, la saludo suave, me acerco, ella se levanta como contenta de vernos, la impresión fue fuerte al mirarla, era una bellísima perra café de raza pitbull que corría a nuestro encuentro balanceando su magna guata parecida a una pelota de basketball. Claudia no puede creerlo, sus ojos se llenan de lágrimas, yo echo puteadas al viento en contra del maldito que la abandonó en esas circunstancias. Trato de consolar a Claudia, cuesta, pero lo logro. Entonces Claudia me grita de donde sacas fuerzas para enfrentar estos momentos. Yo también lloro, pero ahora no es el momento, le digo. Nos asombra su collar rojo de cuero casi nuevo, donde cuelga una chapita en forma de huesito metálico con identificación. Claudia la llena de mimos, mientras la acaricia yo le saco su collar, lo primero que hago es buscar algún número telefónico, pero no, solo está su nombre “Laika”, y al decir su nombre la pobre perra abandonada mueve en son que nos estamos comunicando, su cola no deja de moverla.
¿Qué hacemos? Lo primero darle comida, está tremendamente hambrienta, la observamos...está a punto de parir. Es una raza peligrosa, dicen los que no entienden de perros, que mas quisiera poder traérnosla a casa, pero antes debo pensar responsablemente en mis perros, no puedo hacerlo. Ella come y come.
Parece haber pertenecido a un criadero, sus tetitas le cuelgan de tanto uso que tienen, pobrecita.
Eureka se ilumina la ampolleta. Estamos cerca del sector de la Llory, ahí hay una casita que por milagros aún existe. La intentamos tomar, pero Laika se resiste, y vuelve a sentarse sobre el supuesto saco blanco, nos acercamos, la engañamos con algo rico, aun sigue con hambre, ella sale de su colcha, que resulta ser un plumón blanco, gesto típico de los seres cobardes a sabiendas que sus mascotas los aman a ciegas dándoles una orden…quédate aquí, cuida…así ellas obedientemente nunca se alejaran aunque sea un paño viejo, mientras tenga el olor que les recuerde a su dueño, humildemente obedecen.
Intentamos sacarla del plumón, otra vez no deja, seguimos tratándola de convencer con algo rico que les manda la Melita, en una de esas se levanta, Claudia la entretiene, yo saco el plumón, corro al auto y lo guardo en la maletera, Laika corre nerviosa tras de mí, intentamos disuadirla para que nos comprenda que no le haremos daño, en eso Claudia la toma en sus brazos y se sube al auto.
Llevábamos de subida no mas de una cuadra, cuando me llama la atención a la orilla del camino un vehículo tipo jeep azul oscuro, dentro de el, un muchacho como de treinta años que no quita su ojos sobre nosotras, hasta casi sonríe. Y digo, ese fue el desgraciado que la abandonó, se quedó a esperar que pasaría con su perra…no tengo pruebas, solo lo que me dicta el corazón. Laika va tranquila en brazos de Claudia, quien le conversa, la mima, yo le canto, nos reímos, en eso paro en el sector del Huachito, Laika intuye que me voy a bajar, aúlla y llora temerosamente. Vuelvo al auto, me recibe con lengüetazos en mis brazos…me emociona verla, y a la vez siento rabia e impotencia. Acaricio su cabecita, me doy cuenta que tiene sus orejitas cortadas, son ultra pequeñitas. ¿Cúal es la intención de cortárselas?
Le enseño el que de ahí en adelante será su nuevo hogar, no me queda otra mientras busco como poder traérmela. Pienso que pronto parirá, que necesitará de ropajes para sus mudas, entonces corto el plumón en dos pedazos, uno lo acomodo en su nuevo colchón, y el otro lo dejo escondido pensando a futuro. Ella confiada huele su plumón, va y se acuesta encima… dejamos agua y comida suficiente para días. Con el dolor de nuestra alma ahí queda, por lo menos si pare no tendrá sus cachorritos en medio de un asqueroso basural mal oliente a perros muertos traídos de las comunas de Santiago.
Seguimos subiendo, nos encontramos frente al campo de tiro con una perra que me parece conocida, detrás de ella hay seis cachorros, uno apenas camina, no se puede sus huesos. En eso recuerdo que es la perra de la casa abandonada, su dueña Gisela, supuestamente amante de los animales, entonces que cresta hace su perra en estado de desnutrición horrible y mas encima abandonada. Deduzco que se fue de la casa y que mejor deshacerse de su perra y sus pequeños, habiéndole ofrecido su esterilización sin que pagara ni uno, pero no…no hay caso con la gente ignorante sin ninguna educación en tenencia de mascotas.
Claudia saca de su maletín, antibiótico y vitaminas, mientras yo los afirmo sobre el porta maleta, ella los examina y luego los inyecta. Se queja un poquito de dolor por la vitamina, pero con la milagrosa pasta de Melita, se les pasa. Al momento pasa un vehículo rajado a exceso de velocidad, digo, ese auto acaba de botar a un perro, y seguimos dándoles alimento, cuando de repente aparece una perrita blanca tipo cocker, con carita de decir ¿Qué pasó?. Termina comiendo. Mas arriba un poodle que parece ratón de laboratorio, está totalmente pelado, su cuerpecito lleno de llagas. ¿Qué humanos son los que tienen corazón para botar un perro fino y mas encima miniatura?...Amo los poodles, son tan débiles, y los primeros en morir al ser abandonados, si no de hambre, atropellados, y lo que es peor, se dejan morir de pena.
Fue dura esa tarde anochecida en el camino, nos vinimos con impotencia, rabia, a duras penas con el placer de por que justo a nosotras.
Volviendo al viernes 26 de Febrero, con mi esposo decididos hacerla cortita, recorrimos el camino en silencio, nada de agua en los potes, nada de pellets, señal de que nadie mas que Loreto había subido . Llego al sector de Laika, preocupada de saber como está, mi esposo se va a la casita, y descubre dentro encima del plumón blanco ahora rojo manchado con sangre, señal que la pitbull había parido a sus crías, habían cinco pequeñitos cachorros recién nacidos. Me asombra no encontrarla a ella, la llamo, la grito una y otra vez, pasan los minutos, y no aparece, me asusto, pienso, quizás alguien se la llevó sin saber que tenía cachorritos que amamantar, empiezo a recorrer el cerro de un lado hacia otro como buscando sin querer su cadaver, de repente aparece ella desesperada moviendo su colita, llora y llora, le ofrecemos comida y agua, se la devora, se mete a ver a sus pequeños, sigue llorando de manera traumática, es tanta su desesperación por que las hambrientas avispas intentan picar a sus críos, Laika una y otra vez se come las avispas, esto me mata, intento ayudarla sacándoselas, ella sigue llorando y de un repente desaparece. Se nos perdió la Laika.
Recuerdo entonces que al otro lado de la calzada había un escobillón y una pala a mal traer, de algo me sirven, voy a buscarlas, le limpio su casita y alrededor, le cambio la muda, y cierro para evitar que las avispas entren. Comienzo mi búsqueda tras ella, recorriendo los cerros, pensando que algo le pasa, en eso aparece llorando, tira de mi pantalón, como diciéndome sígueme, la sigo, la veo que se mete bajo unos matorrales de arbustos, donde ella no mas puede meterse, en un hoyo de mas o menos veinte centímetros de profundidad, al meterse, huelo olor a perros muertos.
El tiempo sigue pasando, corro avisarle a mi esposo que se apure y traiga los implementos encontrados donados por alguien poco ecológico, mientras yo la engaño con la rica pasta de Melita, Laika sale de su escondite y me sigue hasta su lugar de residencia donde vuelve a comer.
Al rato, en su desesperación agarra dos perritos en su hocico, intento detenerla cuando llega Basi, y me cuenta que dentro del hoyo habían tres perritos muertos, y que los había dejado enterrado, puesto piedras y ramas para que ella no los encontrara.
Me extraña la inmensa desesperación que tiene, de la impotencia lloro, creo en Dios, en mi experiencia, tomo aire y confío. Ella llora y aulla fuerte. Me preocupa, acaricio sus pequeñitos, no me hace nada, vuelvo a tomarlos, me los pongo en mi cara, los beso, ella solo me mira, los vuelvo a dejar dentro de su casita en para que ella los alimente. Ya hemos estado en esto casi dos horas, seguimos subiendo.
En la vertiente próxima cargamos nuevamente todos los bidones con agua, hay un nuevo habitante, un perro entre boxer y pitbull, se acerca temeroso ante el alimento, luego toma confianza y me mira, de ahora te llamaras Don Ramón, le digo, en honor a Don Ramón de El Chavo del ocho. Es simpático Ramón.
Llegamos al frente del campo de tiro, sale la Flaca de la casa abandonada, buscando a sus cachorros hay dos menos, están muertos, desnutridos. Vuelvo a sacar otras latas, se las doy a los que sobreviven, lo extraño, ellos comen y se van corriendo a esconderse, así sucede todo el camino.
De vuelta ya no hay nadie que salga a encontrarme, seña que todos comieron, y si no, buscaran en los lugares estratégicos donde les escondo la comida y el agua en caso de urgencia. Paso a verificar que Laika esté bien, y a ponerle mas agua a su tiesto, para que no le falte para su producción de leche materna y pueda dar más vida a esos inocentes seres nacidos en un mundo indeseable. La sorpresa del momento, no están. Laika se los llevó al cerro nuevamente, voy y busco en el lugar anterior, todo está igual, no ha ido, su instinto le advierte que debe proteger su camada y para ello, hay que esconderlos.
El tiempo no se detiene y tengo que volver, debo bañarme y partir, me espera un rico fin de semana abrazando a mi padre y dándole gracias a Dios por sus noventa y un años, vividos a concho y explendidamente.
Venimos de bajada, me parece extraña la tarde, el sol está maravilloso, de repente se oculta entre los grandes árboles, asomando su redondo color naranjo rojo, echo de menos mi cámara fotográfica viajera que anda en el Parque Tantauco con mis hijos, la cámara del celular no me responde. Veo actitudes extrañas en las aves, me asombra ver las águilas que vuelan muy bajo, es extraño verlas volar a un metro de la tierra, las tórtolas y perdices están al ras del suelo, las culebras intentan cruzar la calzada. La Jauría Brava come y vuelve a esconderse. Es extraño su comportamiento. Me asusta, temo que algo va a pasar, pero no se que es. Salgo del camino en medio de extraños aullidos.
Llego a casa, me baño, se nos ha hecho demasiado tarde, decidimos levantarnos temprano y viajar a las seis de la mañana. Me meto al computador, contesto correos, me meto a Facebook, en realidad me aburro, no tengo ánimo de estar en Internet, el sueño me empieza a consumir. Siento en mis oídos una voz que me llama, no quiero reconocer que es la voz de mi madre, prefiero hacerme la loca que fue imaginario, es tarde, tengo sueño, mejor me voy a acostar. Apago el computador, sin querer lo desenchufo por completo. Rayo está acostado sobre el sofá del living, siento que empieza a rascarse, voy a verlo, está durmiendo, no era un rasquido, sino el golpe de la pared contra el sillón, que raro…Shoppina como loca ladra y ladra en el patio iluminado por una mágica luna llena, el piso se me mueve, empiezo a gritar, Basi, Basi…está temblando, tranquila me dice, ya va a pasar, yo sigo gritando a mi Shoppina, ojante es ciega la pobre no ve nada, pero tiene un oído que cualquiera lo desearía, los pies se me enredan en el piso para ir a buscarla, me desespero, comienza mas fuerte, los dos debajo del dintel de la puerta, tratando que mis perros no salgan al living, lo que hay en la lacena empieza a caer, la quebrazón es grande…odio los temblores, soy una cobarde de mierda, empiezo a saltar con tal de no sentir que la tierra se mueve en forma asquerosa, ni que fuera canuta, salto y salto, tengo miedo, un miedo que me cuesta controlar, yo la mas valiente de todas, soy una porquería insignificante ante un maldito terremoto. La luz se corta de manera intántanea, el movimiento es cada vez más fuerte. Todo es oscuridad. Mi corazón late a mil, me entrego a Dios, pienso en mis hijos que están lejos, en mi padre que me espera ansioso, mis hermanos…en mi madre. El tiempo es horriblemente largo cuando está temblando.
Al rato pasa, grito, grito de impotencia, entre lágrimas y pena...no hay luz, Basi va al auto a buscar la linterna del camino, vidrios por montón quebrados, rápidamente los recogemos para evitar daños en las patitas a nuestras mascotas...Esto es terremoto. Tomo el teléfono para llamar a mi padre, no hay caso, las líneas caídas, a oscuras. La radio dice terremoto en Chile, epicentro en la ciudad de Concepción, llamo a Cristián mi amigo de años, no logro comunicarme con nadie. Autopistas y caminos cortados, derrumbe de edificios nuevos, maremoto…Chile está sufriendo… gran parte de mi Chile amado está destruido…no logro sacarme esta pena.
Mi fuerza no decae…uno propone y Dios dispone…mi corazón tranquilo, confío en la sensibilidad de los perros del camino, por algo se escondieron. Los animales siguen siendo mas inteligentes que los humanos en sensibilidad.
Este mensaje es para ti que fuiste a botar a Laika en forma miserable, Laika sigue escondida entre los cerros, ella que estaba acostumbrada a los mimos, al buen pasar… hoy sufre su destino, el maldito destino que tu le elegiste, tarde o temprano confío que Dios te juzgue.
De todos los que dicen subir, ¿Dónde están?...¡Los perros del camino no comen una vez al mes!.
Mis reconocimientos a una de las Grandes del Camino…mi amiga Loreto, y a Carlos.
Mis agradecimientos a mi amiga Blanca de Miami, fue la primera en contactarse para saber de nosotros, a Ximena Binfa de Copiapó, Sofía Paez de la Serena, Makarena, Constanza, Patty Mancilla de Pta. Arenas, a Sandra de Puerto Varas, a Sandra y familia, y a los cientos de mensajes que no logro identificar en mi celular...MUCHAS GRACIAS.
Recién hoy ha llegado la luz a mi sector. He visto las imágenes en televisión, parte el alma el dolor de aquellas personas que lo han perdido todo.
Ellos continúan ahí...acuérdate de ellos, los perros del camino, lleva agua y comida. El camino ha vuelto a estar expedito, los derrumbes ya han cesado.
Recorreré los cerros y te encontraré Laika…Si hay alguien que quiera adoptar a Laika, por favor comuniquese conmigo lo antes posible.
Por favor no olviden de mirar hacia el lado, siempre habrá un perro abandonado que necesite de una mano amiga. Chile volverá a estar es pié, tu ayuda es nuestra ayuda...Unidos y remando para el mismo lado, avanzaremos mas luego hacia el final.
soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pié.
Marcela Opazo
8 comentarios:
Marce, voy a divulgar en el grupo de los Pitbull de Chile, ellos son personas muy responsables de sus animales, ojala alguno quiera adoptarla, te aviso cualquier cosa, ahi vemos el tema del traslado...
Marce:
No sabes la tristeza que me da los malditos irresponsables,si ya es terrible abandonar un perro, doblemente reprochable hacerlo si esta esperando cachorritos, el unico consuelo que me queda es que esos malditos lo pagaran, porque como dice mi Madre todo lo malo que hagamos se paga en esta tierra,
Ojalas aparezca alguien que quiera adoptarla, la verdad es hermosa y eso que dice perros asesinos, va yo no lo creo asi, puras ignorancias.....ojalas que los cachorritos se salven y tambien puedan ser adoptados.....
Saludos Marce y vamos que se puede....Si vas el sabado en la tarde me avisas....
Marcela:
Que relato tan vivo y conmovedor, no sabes que impotencia estar tan lejos de Chile!! Gracias Marce por lo que haces por ellos!!!
Constanza.
Marcela
Aun me tiritan las piernas
comprendo tu miedo. Sigue adelante
dios no te faltará.
Es verdad q estás pidiendo ayuda para los perros del camino?
Si es así donde se hace llegar?
Yo quiero ayudarlos.
gracias x lo q haces.
Amelia Rodriguez
Amelia
Muchas gracias.
YO NO PIDO AYUDA PARA LOS PERROS DEL CAMINO, BUSCO ADOPTANTES PARA SACARLOS DE ESE LUGAR...siempre he sido de la idea de quien quiera "AYUDAR" que lo haga por sus propios medios. Pero hay personas maravillosas que no pueden ir al camino y quieren ayudar a los perros del lugar, a ellas les aclaro que SOLO LORETO Y YO, VAMOS HACE MAS DE 10 AÑOS EN FORMA CONTINUA, quien quiera donar alimento por favor contactense a esta página, en contacto está mi correo, NO HAY NADIE MAS QUE VAYA...a menos que sea algún amigo personal nuestro, que nos apoyan con nuestra obra.
NO DONEN DINERO, es casi normal que haya gente que se aproveche de la situación caótica que pasa nuestro país solo para bien y lucro personal, aquí lo que hay que hacer es educar a la población, y que no se valga de la "disculpa" que por que no tengo nada para comer pido y robo. ESO NO ES DE PERSONAS HONORABLES. Lo cual ya se ha constatado, CUIDADO CON QUIENES PIDEN DINERO A NOMBRE DE LOS PERROS ABANDONADOS DEL CAMINO DE SAN JUAN DE PIRQUE...NO DEN, esas personas van en esporádicas veces, y el alimento que les donan NO LLEGA AL CAMINO, pero si a "sus perros".
NO DEN DINERO...ANTES CONSULTEN BIEN.
Muchas gracias por avisar.
Saludos
Querida Marce:
Mi familia (la humana y la perruna) hemos llorado de la impotencia de no poder hacer nada por Laika. Somos de Buenos Aires y, hace 15 días festejamos los dulces 16 de mi hija Laila en medio de una inundación que me trajo de regalo a dos cachorritas de dos meses abandonadas a la correntada (vaya ocasión que aprovecharon los miserables para deshacerse de estos dos angelitos). Afortunadamente ya conseguimos dar a una de ellas y ahora estoy haciendo las gestiones para dar a la otra.
Voy a difundir tu testimonio entre mis contactos.
Desde aquí te enviamos saludos de mis tres perros porteños (Papusa, la doga más dulce del mundo, la Loba, una semi pastora alemana y el Moe, un beagle gruñón que es todo corazón) y de toda mi familia, más todos los amantes de los animales de mi barrio.
Graciela.
Hoy ha sido un día lleno de emociones, suena mi celular, contesto, no reconozco su voz, es Andrea de México. Estamos tan lejos y tan cerca unidas por este amor hacia nuestras mascotas.
Muchas gracias a todas tus chicas.
Como a las doce de la noche suena mi teléfono, la voz casi la conozco, pero me equivoco, es Luisa de Estados Unidos, Texas...jamás pensé que una desgracia uniera tan de cerca luchas parecidas.
Muchas gracias...GRACIAS.
Chile intentando ponerse de pié...VAMOS QUE SE PUEDE.
Hola Marcela!
Primero que nada gracias a Dios que estas bien,y confio en que los perros del camino también, tu relato me transporta e imagino el camino, y a veces siento estar ahi, aunque no te conozca eres un gran ejemplo a seguir y admiro tu fortaleza, yo soy de México y aqui las cosas son muy iguales para nuestros pequeños hermanos hay gente miserable que los abandona, yo trato de ayudarlos pero a veces no puedo ayudarlos a todos y es muy triste.
Si ocupas algo y de todo corazón , y aunque sea poco puedes contar conmigo.
Alejandra
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