Eran las dos de la tarde, el día está medio frío, no hay que olvidar que el día anterior había llovido fuerte, voy llegando a Plaza Italia por Vicuña Mackenna, ahí me espera mi esposo, le entrego el auto, y me uno a la marcha convocada por animalistas. ¡Cuidado con tu pie!, me dice. Me siento tan tocada con esta imbecibilidad política y gubernamental, que no concibo que mentes que se creen con inteligencia superior puedan ser tan inhumanas y retrogradas. ¿En que país estamos?
Me asombra ver que hay mas personas del común de las marchas, eso me enorgullece de sobremanera. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan identificada con una marcha de tanta importancia, como no recordar aquellos tiempos que junto a una de mis grandes amigas perrunas, la Morita, nos poníamos de acuerdo y no faltaba marcha que no asistiéramos. Morita y yo fuimos pioneras en esto de las marchas, hasta que nos dimos cuenta que éramos quizás las únicas locas que lo tomábamos en serio. Muchos se reían de nosotras cuando nos colocábamos en el pecho un logo que decía no al maltrato animal, con la foto de un perrito, si parecíamos familiares de detenidos desaparecidos nos decían, y nosotras muertas de la risa. Nos daba igual lo que pensaran, lo importante era estar presente en defensa de nuestros perros abandonados, sin importarnos la región, ni ciudad, menos raza, solo por ellos estabámos presente. Ese día era yo quien estaba por la Morita y por ellos.
Eran otros tiempos, tiempos de entrega total, de sueños inconclusos sin tener un término, ni un fin. Hoy quise recordar aquellos tiempos, llamé varias veces a mi amiga Morita con la intención de pasarla a buscar, pero el cuerpo, la salud de a poco nos va pasando la cuenta. Ya no es el mismo cuerpo que hace veinte años atrás. Los huesos se hacen débiles.
En un comienzo iba con la intención de hacer acto de presencia solo en la Plaza Italia, realmente no me atrevía a marchar por la Alameda por temor a no llegar al final. Pensé, los años no pasan en vano, las idas al camino y el último esguince de mi pie, me dejó para la cagá mi pata izquierda, de verdad me hizo titubear de hacerlo, pero una vez estando en el lugar, observar las caras de las personas presentes, me dije, vamos que tu puedes. Y ahí estaba yo empezando a caminar, lentamente.
Se dio a inició con el rugir de un grupo de motoqueros, para luego en masa comenzar la caminata al destino acordado. Diferentes carteles, de colores, blanco, negro, unos mas ingeniosos que otro en su mensaje, como de costumbre en todo acto no faltaron los perros abandonados corriendo de un lado hacia el otro, inocentes de que lo que se estaba defendiendo era su propio derecho a la vida, a respirar este aire viciado de selva inexistente, mientras Carabineros cuidaban que la columna no se saliera de la calzada autorizada, empecé a caminar con recelo, de a poco me fui adelantando por temor a que mi pie se resintiera, me hice a un lado de la calzada observando cada rostro allí presente.
Muchos de ellos me sonreían, no se si se habrán dado cuenta que allí estaba yo, la mas loca de todas en representación de los perros del camino, a mucha honra. Sola caminando a pesar del mal estado de mi pie, por ellos.
La columna se detiene frente a la Universidad Católica, gritan consignas en contra de los que un día torturaron animales. A los minutos continuamos caminando y me pregunto en silencio ¿dónde están aquellos que se decían animalistas de mi época? o ¿es que ahora solo se dedican a lucrar con los perros abandonados?. Veo pocas personas mayores, debieran haber mas o es ¿que acaso los adultos no tienen alguna mascota que les recuerde el sufrimiento de un perro ?, aunque ya no esté. El verdadero amor hacia ellos nunca se olvida. Me hubiese gustado ver mas personas mayores, a la próxima inviten a sus padres, abuelos. Gritemos por ellos. Griten...sin avergonzarse. Ahí estaba Erika, junto a su pequeño hijo marchando.
El camino se hace cortísimo, y mi pata aun no se pronuncia del dolor por suerte. Veo caras conocidas que en realidad no conozco. Estoy frente a Almacenes París. El tráfico está detenido, mientras la gente que espera tomar las tortugas Transantiago nos observan con cara de ser extraterrestre. No falta el que pregunta ¿por que la marcha?, hasta me doy el tiempo de explicarle, aprovecho para que mi pie descanse, quizás poco entienda, pero mueve la cabeza en forma afirmativa, seña que algo comprendió, sigo caminando. Liberación, liberar al hermano animal, el que no salta es mata perros, el que no salta come carne, si se le ha perdido un perro, el seremi lo mató...gritos a toda voz que no me identifican mucho les diré. Aún no logro pasar aquella barrera de dejar de comer carne. Yo solo estoy ahí por los perros del camino.
Al frente de la Moneda, miro hacia mi lado, hay un joven que me parece conocido desde el invento de las multas por dar alimento en Pirque, me saluda y cruzamos alguna palabra, en realidad me dió gusto encontrarme con el, que quizás de su parte no eran solo palabras. Estamos por la misma causa en el mismo lugar.
La masa se sienta en el suelo helado frente a la Moneda , mientras yo continúo de pie, lo que no me quita gritar, gritamos a todo pulmón, imgino estar en el estadio, chichichi... la adrenalina sube, siento que hasta me hace bien gritar, pero es mas el asco que emerge ante la política, no hay caso conmigo, y eso que me han ofrecido postularme...jajaja.
Algo me dice que este mundo es mucho mas lindo de lo que es, de eso no tengo dudas. La unión hace la fuerza. Ojala que haya mas todavía, eso es lo que espero, total soñar es gratis.
Al llegar a Amunategui, la marcha es desviada hacia la calle Alonso Ovalle, como un desenlace poco esperado, dobla por esta en u hacia la calle Bulnes, donde se detiene, y todos como de acuerdo se sientan en la calzada.
Toma la palabra Alejandra del Cefu, intento escucharla pero no lo consigo, estoy retirada, mientras mi ojos se encuentran con personas maravillosas, lo primero que hago es preguntar por tí, Pablo...te echo de menos. Me dio gusto ver a tu madre y a tu hermana. El camino siempre me une con alguien especial. Ahí está Karen, Natalia, Tamara, Lucy, Yolanda, Javiera, Sandra, Eliana, Alejandro...nuestra conversación gira en torno a perros. Miro sus rostros y son limpios. Si todos amaramos a los animales, nuestro mundo sería diferente. Se darían cuenta que la vida sí vale la pena disfrutarla, aceptarla y vivirla a concho cada día, si no fíjense en mí.
Ya son casi las cuatro de la tarde, se va el tiempo, y mi pie está impecable. En eso mi esposo me pasa a buscar, me despido de algunos y nos vamos. Aún es tiempo de ir al camino le digo, pasamos a casa a buscar lo indispensable, y nos vamos raudos donde ojitos luminosos me alegraran mas el día.
Ahí estaban ellos esperándome, saben que no les puedo fallar...por la tarde Diosito pinta el cielo de colores para mí, acostumbro decir así cuando el cielo está hermoso. Mi café en compañía de Basilio y Alejandro es increíble, la tarde está fría, pero mi corazón radiante.
Por la noche, ya cansada, sin sueño, escribo en silencio mientras mi gente duerme. El cansancio en mi pie llega, me punza el juanete de lo hinchado que está, pero me río, ( me acuerdo de mi amiga Loreto), está hinchado de haber estado presente en una marcha que pocos al parecer tomaron en serio. Apago el computador, aún no me canso, salgo al antejardín a fumar un cigarrillo (el tábaco produce cáncer), son las cuatro de la madrugada, lo dejo pendiente. Ha empezado otro día, con las mismas horas, con el mismo fin...vivir.
Un perro no tiene religión ni color político, ellos no votan, pero nosotros sí.
Ya no mas, únanse a gritar...
Marcela Opazo
4 comentarios:
Michu: que tontos los politicos por no jugarselas por los animales... Para nosotros los que amamos los animales NO nos importaria el color politico sí es que existiera alguien que luche por ellos...
Hasta seria capas de votar por un rojo!!!... jijijiji... en realidad apoyaría a cualquiera que se comprometiera por los animales...
Desde mi morada los acompañe todo el camino junto a mis 5 perros, 3 gatos y 2 cachorras de 2 patas...
Quien le quite la vida a un animal, solo le pido que tenga los cojones para mirarlo a la cara y despues aplicar la eutanasia... va a recordar toda la vida ese brillo que apago por ser cobarde, por no amar la vida!!! y le aseguro que su vida ya no sera la misma...
Magda
Por que será que la gente es tan cobarde para las cosas que se refieren a los perros, cuando son ellos parte de nuestra familia.
Acaso tu no valoras tu familia como para defender lo que es tuyo?
Atrevanse, dejen sus comentarios, o sino denme permiso para subir la cantidad de correos que me envían y así que las demás personas se enteren de lo valioso de sus pensamientos y valores.
Donde quiera que vamos, siempre habrá un perro abandonado. Me da pena y rabia de repente, que estando aquí en mi país no se atrevan a dejar lo que piensan, en cambio hay personas que del extranjero que les preocupa mas que a ustedes mismo el destino de los perros abandonados.
Me he traido cientos de perros recogidos de los caminos que camino, gracias a Dios y a muchas personas lindas que los han adoptado, y solo por ellos estoy aquí. Mientras no logremos algo por los perros, el animal mas cerca de nosotros, ¿Cómo tendremos esperanzas de lograr por los otros animales?
Yo duermo con perros, otros con gatos...quizás si algo conseguimos, un día pueda dormir con un chanchito...se imaginan?
Es la locura de amar a los animales, son parte de nuestro mundo.
Loca? no! tu eres grandiosa, loco es aquel que no sabe del amor a un animal, ese cariño incondicional, no lo sabre yo que tengo a mi querido viejo medio peludo por su corte de pelo a mi lado, estando pegadito a mi, sera dificil dejarlo cuando me marche del pais...
Marce te admiro tanto... eres hermosa mujer!!!
Besos y abrazos, y orgullosa de conocerte aunque sea por palabras :D
Vanessa Silva C.
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