Perro labrador abandonado.

Día tranquilo, tiempo para subir, disfrutar de aquellos cerros, tomar un café al aire libre y de pasadita ir a verlos a ellos.
Me adentro por aquel camino que tanto sabe de mis penas como mis alegrías, de mis historias como de mis secretos.
A la orilla del camino hay un bulto negrito, es un perro nuevo que espera pacientemente que quién lo dejó en ese lugar lo vaya a buscar para volver a ser feliz. Está junto a una bolsa de basura, la tiene como de compañía. No alcanzo a parar, mas autos detrás de mí. A la vuelta me digo, sigo mi andar, me detengo donde siempre, no hay nada de nada, ni siquiera un misero pan que por veces he visto por miles de ellos, panes con musgos, duros, otros blandos, que alguien que no debe saber que pan no deben comer los perros, les lleva igual. Eso es no saber. De pasadita les digo que el pan les hace mal a los perros, por que a estos, les falta una encima que nosotros tenemos y ellos no. Les hecha a perder su estómago.

En el sector de los cientos de ratones, paso como siempre, huelo a perro muerto, me extraña, y comienzo mi búsqueda. Al salir de aquel pequeño bosque, lo veo. Está ahí, tirado  como escondido rasguñando la tierra, ahí quedó muerto. Tiene signos de haber sido envenenado, está hinchado, la vez anterior no estaba en ese lugar.
En lo que me estoy subiendo al auto me llama la atención un pequeño camión tres cuartos, blanco, con la reja abierta, dentro lleva perros. Pienso, ¿los irá a botar?.. como lo hacían antes. Ver ese camión trajo recuerdos tristes a mi mente, como aquella vez que un camión como el que estaba viendo iba a buscar los perros para venderselos a los circos, para que sirvieran de alimento para sus animales, o como aquellos que trabajaban atrapando perros abandonados para venderselos a los estudiantes de la carrera de veterinaria. ¡Que lucha dimos! y no hubo necesidad de llamar a nadie, solo a Carabineros que se portó un siete en aquellos años.

Comienzo a seguir el camión, saco mi cámara para tratar de sacarle una foto, con el auto en movimiento, pavimento disparejo, es difícil tomar fotos buenas, y mas encima autos que adelantaban hacían mas difícil la tarea. Dentro del camión iban perros al parecer finos, logré distinguir un perro de raza dalmata.

De todas las fotos que tomé, solo esta salió algo como la gente, por lo menos se nota que dentro lleva al menos cuatro perros. No hubo caso. Las fotos están tomadas con aumento. Iba bien lejos del mío. Se perdió. Por lo menos no los dejó
aquí. Estaremos en alerta por si los fue a tirar mas arriba.

Llego al siguiente lugar, hago lo que tengo hacer, y continuo. Me subo al auto, y unos metros de haberlo hecho me llama la atención un montón de basura que la vez pasada no estaba, me detengo a la orilla del camino, observo, y dentro de toda esa basura, encima de un colchón un perro enrollado deduzco que duerme, espero.

Fin de semana largo, pocos como este fin de semana. Fin de semana para irse de viaje, paseos, disfrutar, pero hay algo que les molesta, que mas fácil pensar en ir a botar basura y de pasadita dejar a su mascota como parte de esa basura. Comienzo a silbar, en eso levanta la cabeza lentamente, sin ganas.

Empieza a buscar quien lo llama, los autos que vienen de la cordillera vienen rajados bajando, y eso que andan paseando, espero a que pasen para ir a verlo.

 

El perro se estira de poca gana.

Es un perro raza labrador, adulto.

Me acerco, trato de ganarmelo, parece que me huele el olor al alimento.

Después de presentarnos ya somos amiguis.

Lo miro, lo encuentro hermoso, su raza y color trae a mi mente recuerdos de un perro que quise mucho, se llamaba Benito, y pienso, en honor a Benito y a una maravillosa amistad, de hoy en adelante así te llamaré.

Es un perro labrador muy dulce, demasiado cariñoso, cagado de hambre y sed, sus dentadura me dice que debe tener unos siete años, mientras come le examino sus genitales, está castrado. Esto me lleva a pensar que alguna seudo animalista de esas que dicen ayudame para ayudar, que no pudo alimentarlo, lo llevó al camino para que otros se hicieran cargo, como lo hacían hace unos años, hasta que las pillamos.  Espero que no sean tan desgraciadas de volver hacerlo.
Tal vez sea un labrador robado que alguien lo fue a dejar al camino para devolverlo, o tal vez, su maldito dueño lo fue a botar para aprovechar el fin de semana largo.  ¿Elija, cual creé que es?

Entonces:
a)  Buscamos a sus verdaderos dueños.
b)  Buscamos a sus nuevos dueños, personas responsables que lo quieran tal cual está, que lo acepten en adopción responsable de por vida.

Urge sacarlo del camino, en el sector donde lo dejaron es un sector peligroso, perro que han botado en ese lugar, aparece muerto al día siguiente.

Si lo quieres ayudar, si lo quieres ADOPTAR, comunícate conmigo lo antes posible, lo puedes hacer a mi correo  losperrosdelcamino@gmail.com


Todo lo que podamos hacer en bien de este hermoso ejemplar labrador, estaré eternamente agradecida.

Mil gracias


NO MAS ABANDONO DE PERROS
ESTERILIZA A TU MASCOTA.
EL ABANDONO DE PERROS ES MALTRATO ANIMAL.