Conocí a Pablo hace más de un año en el camino. Llegó como la gran mayoría, a través de este
blog . Quiso conocer la realidad de
los perros abandonados en terreno. Al comienzo pensé que era uno mas de esas tantas personas que llegan por curiosidad, van una vez, a lo mas dos veces, luego se olvidan y chao, así de simple.
A la semana siguiente me lo vuelvo a encontrar, y así sucesivamente, se convirtió en uno de los amigos de
los perros del camino mas fieles que ha existido. Luego de recorrer el camino junto a nosotros, terminábamos conversando por horas, intercambiando frases, modelos de vida, ilusiones pasadas, sueños no alcanzados, nos tomábamos un café, cargado, sin azúcar, me decía. Al finalizar un cigarrillo, un abrazo de esos ricos, apretado, sincero, y nos despedíamos hasta la próxima. Pablo cuando no podía ir en auto, tomaba su moto, partía, y nos esperaba a la entrada. Cada vez que asomaba en el camino una moto tan potente como la de Pablo, los perros desesperados corrían a esconderse, el detenía el motor, se bajaba y los perros de lejos lo miraban, como diciendo, y este, que se cree...en cambio había
una perra que desde el primer día que lo vio, se le tiró a los brazos, cargante como ella sola, no le importó ni ruido, ni moto alguna. Fue amor a primera vista, y nos reíamos con la impotencia de no poder sacarla de ese lugar donde van a morir o a
matar los perros abandonados, pocos se salvan si es que logramos sacarlos de allí.
Siempre me decía...quisiera poder llevármela, mientras sus ojos azules brillaban, empuñaba las manos con pena y rabia... lo vamos a conseguir. Pasó el tiempo, nada lográbamos, era una obsesión sacarla del camino. A medio mundo se la ofrecí en fotos, ir a dejarla, ofrecía pagarle yo su esterilización, nada. Esos son los sentimientos enlazados problemáticos que uno se expone yendo al camino, crear lazos como el
Principito. ¿Qué significa domesticar?
Esperanzados que alguno de los reportajes de televisión, especialmente
el último donde por primera vez un
reportaje dignificaba
al perro abandonado, su
nombre y su estampa la vió medio Chile, inclusive al otro lado de las fronteras, jamás imaginé que encontraría la fama televisiva y cibernética a través de mi
blog , pero soñaba que nos diera la oportunidad de poder entregarla en adopción a alguien que la aceptara como tal, una perra salvajemente abandonada y recuperada no tan solo por
nosotros, sino también por todos los que un día hemos ido al camino a llenarles la guatita para que el frío del invierno no se hiciera sentir tan duro, la llenábamos de caricias, de besos, de comidita rica.
Ella era la primera en salir a encontrarnos, corría por el medio de la calzada moviendo su cola de zorro al viento...a la orilla, a la orilla, le gritaba como loca con el miedo atroz de verla frente a mis ojos moribunda. Un día no faltó el poco hombre que escondido tras la velocidad de su vehículo me honró diciéndome callate vieja gueona"...jajaja...que tiempos aquellos. ¿Se acuerdan de ese día?
El día 2 de Septiembre, me llama Pablo y me cuenta que le ha contado la historia de
su perra a una tía muy querida y ésta le dice…que esperas para traerla.
El día 3, hago los preparativos por aquí por allá, gracias a la ampolleta que se le iluminó a la Morita, todo está arreglado.
El día 4, llovía torrencialmente en Santiago desde la noche anterior, no paraba de llover, y yo esperando que escampara, veía que pasaban las horas y nada, hasta que tomo el teléfono, llamo a Sandra. ¿Vamos al camino?...le digo, le explico el motivo. Pásame a buscar me responde.
Vamos subiendo nuevamente con lluvia, como tantas otras veces, pero ese día la emoción en nuestras miradas se confundía con las gotas de agua que caían sobre el parabrisas del auto. Llovía a ratos.
San Isidro está de nuestra parte, decíamos. Ustedes supieran la alegría que siento cuando logro sacar una perra que ha estado abandonada durante tantos años, traerla para darla en adopción. Es impagable.
Llegamos al lugar, y
ella como sabiendo lo que pasaría, se paró al lado de la puerta trasera del auto, esperando que la abriera... despídete, hoy te vas de este camino, te espera una vida diferente, no mires hacia atrás. Vamos, arriba.
Se sentó confiada, fíjense en el vidrio trasero, a ratos asomaba su cabeza a la ventana, luego se acostaba y como todos los perros que he traido siempre les llama la atención las luces, ella miraba mágicamente mientras Sandra le conversaba y le cantaba. Nos fuimos directo a la clínica. ¡Chuta que nos costó bajarla del auto para que entráramos!... Mientras la empujábamos, no pasa un bus y nos deja entera mojadas …jajaja, era la nada misma comparado con lo que estábamos llevando a cabo. Sandra la toma en brazos, pasamos a la clínica, siempre dándole confianza para que no sintiera miedo e inseguridad. Ahí la dejamos. Si yo la hubiera podido adoptar, esta es la hora que aun estoy durmiendo en el suelo, como lo hago con mis perras cuando son esterilizadas.
Sandra y yo, mas contentas que perro con pulgas, para que les digo mas. La lluvia seguía cayendo sobre la ciudad. Germán me dió confianza, que nos fuéramos tranquilas que todo estaría bien.
A las 20 horas, llamo para saber como está nuestra
querida amiga.
El Dr. Monsalve me informa que ha salido bien de su esterilización a pesar de haber tenido
piometra. ( hagan clic sobre
piometra para que vean de que se trata.)
El domingo 13, nos ponemos de acuerdo con Pablo de juntarnos en la clínica para retirar a nuestra
querida amiga. Nosotros llegamos primero, al rato hace presencia Pablo en su moto, y del momento en que se siente el ruido a lo lejos,
nuestra amiga desde adentro comienza a llorar como si algo muy especial le pasara. Nos abrazamos, para luego entrar, nos entregan a la
señorita, y lo primero que hace es irse directo a los brazos de Pablo moviendo su cola como abánico…jajaja, me río…mal agradecida, e ahí el dicho bien dicho que dice quién da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.
Nuestra niña va feliz tirada de la correa por Pablo y Basi, la subimos al auto, nos vamos detrás de la moto siguiéndolo. A Pablo se le nota por los poros su felicidad.
El camino se nos hace largo, cruzamos el tunel,
ella va relajada, tranquila, confiada, el día está abochornado, de repente calor, luego nubes, indicios de que pronto llegaría la primavera. Son aproximadamente las 13 horas. No le pierde vista a la moto. Cada vez que nos detenemos en un semáforo, Pablo se acerca a mirarla, a ella le brillan los ojitos. En el trayecto como dándole seguridad a los momentos que se aprontan a venir, Daniela la llena de mimos y besos en su frente.
Llegamos al gran lugar escogido por el destino, toda la familia nos está esperando, pero ella solo tiene ojos para Pablo, quien le muestra el sector que de ahora en adelante será su verdadero hogar. Ella corre feliz en medio de un gran terreno.
Por si se han dado cuenta no he dicho el nombre de
la perra por que desde ese día ya no la llamaran mas como yo la bauticé en honor a la
Difunta Correa, su familia la llamará
Funta. Quizás así pueda olvidar un poco las miserias del camino, un camino que fue cómplice y testigo de tantas penas, de tanta soledad, de tanto maltrato animal y
matanzas de perros.Fueron mas de tres años que
Funta estuvo abandonada haciéndose cargo de una gran cantidad de cachorros que dejaban en los sectores aledaños, y ella como madre ejemplar, no miraba ni la sarna, ni su fealdad, sino que los acurrucaba entre sus patitas como si hubieran sido de ella.
Hoy con el corazón henchido de felicidad, al igual que otras veces ha llorado, les cuento el desenlace de una historia real. Ver a nuestra
Difunta correr y saltar de felicidad por ese hermoso gran jardín, creo ha sido el mejor
Aguinaldo de Fiestas Patrias que me ha dado Dios. No habré comprado ni chicha, ni empanadas, por que mi felicidad no tiene precio.
Agradecer muy especialmente a Pablo, un “amigo perrero”, que ha cumplido cabalmente cada promesa que me hizo en el camino un día con los ojos humedecidos de pena, de rabia e impotencia. No me prometas nada...le decía, así como tu han llegado cientos de personas que se han aburrido, y el contestaba, yo te cumpliré.
Pablo, para que decirte más de lo que no te haya dicho, ya sabes que tienes un lugar en mi corazón, en mi vida y por supuesto en ese camino que nos ha visto juntos recorrer durante semanas, buscando cachorritos entre medio de los cerros, cambiándolos de un lugar a otro mas seguro...Gracias.
Estaré eternamente agradecida hacia tus tíos por haber aceptado a nuestra
Difunta, una perra abandonada, que sufrió, parió y sin rencores vuelve a estar en contacto con los humanos. Atrás quedaron esos tiempos en que mi pena al venirme dejándote a punto de parir, eran horrendos.
También al médico veterinario que sabiendo lo que hago por años, tuvo la delicadeza de recibirla hasta que estuviera recuperada. Muchas gracias.
Y por supuesto a todas aquellas personas que de una u otra manera van al camino, llevando alimento, agua y caricias, que a través de mis escritos, han ido conociendo a
los perros del camino, por los nombres que les pongo, quizás un poco irrisorios, pero nombres puestos con mucho amor, de acuerdo a cada uno su personalidad, así como la
Difunta, está la Panera y tantos mas que esperan por una oportunidad.
Espero haberles dado una tremenda alegría especialmente a quienes siguen y reconocen mis escritos, mis letras, mis palabras...
mi obra.
Mis padres me enseñaron a ser agradecida, de Dios, de la vida, de cada minuto que hay en ella, por eso les dejo esta frase que en lo personal ilumina mi alma escondida.
Mientras el río corra,
los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas,
debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido.
NO MAS PERROS ABANDONADOSMarcela Opazo
losperrosdelcamino"Un perro no tiene por que andar en la calle solo, debe salir a pasear tirado de una correa de la mano de su dueño, de lo contrario se convierte en un perro callejero." No dejes que tu perro se convierta irresponsablemente en un perro callejero.