"Jorgito"

Sospecho que ellos sienten los ruidos molestos de mi auto, en cambio a ellos ese ruido es esperanza para su hambre. Llega el, es un machito que lo han dejado abandonado poco menos un mes en condiciones nutricionales miserables, por lo menos el tiempo que lleva en el camino, se ha echo sociable, es amistoso, tierno. Tiene carita de ese disco de Pedrito Fernández, yo no fuí. Su colita le llega a la mitad, quizás se la cortaron mal, o nació así. Se ha repuesto bien aunque sea el último en comer. Es humilde y espera su turno con paciencia. Es aún un cachorro, aproximadamente de cinco meses, va a ser grande.


Un día sin querer conocí a Jorge con su hija pequeña, querendona de los perros, la que iba tirando panes enteros a los perros que encontraban en su camino a través de la ventana de su camioneta, se detuvo, conversamos, y por ese cariño que se siente que traspasa nuestras almas entre dos perreros, en honor a el, le puse Jorgito.

Cada vez que subía, me preocupaba de esperarlo a que llegase, me costaba irme sin haberlo visto, era tan esquelético, tan abandonado, tan ignorante del mundo que le había tocado vivir.
Cierto día no lo encontré, pero antes había pasado Alejandro con Eliana, y pensé de seguro ellos le dieron, estaba llenito. Cuando nos encontramos le pregunto y me dice que sí, que había comido todo lo de una semana, y nos reímos.

Al venir bajando siendo ya noche, solo sale al camino aquel perro que no alcanzó a comer o aquel que lo han tirado al momento. Al llegar al puente veo un bulto oscuro a la orilla, nos detenemos y descubro que es el, Jorgito, está tirado en el suelo. Nos detenemos, y apresuradamente nos acercamos a el, verificamos esté sin vida, está aún tibio, tiene señas de haber muerto en forma intántanea. Como consolándome que no haya sufrido. Lo más doloroso en mi vida es encontrarme con perros atropellados en momentos agónicos.

Sacamos un saco de los mismos del alimento, típico que lo uso de ataúd en estos menésteres donde nadie se hace cargo. Jorgito no quedará botado a la orilla del camino. Es trágico el mundo de los perros abandonados. Por lo menos hoy Jorgito es libre donde quiera que esté. Se fue con el cariño nuestro y su guatita llena.
Este mensaje es para tí, quien fue el causante de su desgracia, tarde o temprano el mal que le haces a alguien, se te devuelve.

Cuántas muertes más serán necesarias

para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas.

Por una ley en contra del abandono de perros.

NO MAS PERROS ABANDONADOS

Marcela Opazo
losperrosdelcamino

"Un perro no tiene por que andar en la calle solo, debe salir a pasear tirado de una correa de la mano de su dueño, de lo contrario se convierte en un perro callejero." No dejes que tu perro se convierta irresponsablemente en un perro callejero.