Los Perros del camino

10 de agosto de 2007

"Nieve...mas frío".


Seguimos subiendo, recorremos uno por uno los lugares, y de pronto escucho la voz de Magda…otro cachorro, corro a verlo…lo tomo, es un cachorrito negro solo de días, lo examino, y digo que el no está solo, está sanito, calentito, gordito, como si hubiera sido recién alimentado, buscamos a su madre y nada, lo envuelvo en mi bufanda con la sola idea de traérmelo…ya dentro de la camioneta, lo metemos dentro de un calcetín, quedó como bebé con humitas de antaño, hacemos todo el recorrido y comenzamos a bajar, comienza a oscurecer, el frío cala los huesos, las manos no se sienten. De repente, veo una perra olfateando la tierra en forma desesperada, quiero creer que es la mamá, nos detenemos, ella se acerca, Magda le hace cariño y le revisa su tetitas…tiene leche!...la acercamos al cachorro y ella mueve la cola feliz, lo languetea. ¿Qué hacemos ahora?...el lugar es uno de los mas fríos, el hielo aun persiste, la capa es dura y gruesa. Optamos por meter una casita dentro de otra mas grande, ahí la dejamos a la madre con su cachorro, con comida y bastante agua, poniendo toda nuestra confianza en Dios. No tenemos como traerla, lo peor de todo a donde…ya volveremos. Mientras tanto Daniela mitiga con su calor a la cachorra que recogimos en el camino, esta se entrega humildemente a su regazo dentro del auto, calentita, casi sin temor.


















Emprendemos el regreso con la nada misma de alimento, pero con la conciencia tranquila de haber hecho algo por aquellos animales que no pidieron venir al mundo, ni ser perros, y menos ser abandonados por mentes sicópatas enfermas egoístas que solo pensaron en ellos en el momento de cometer este crimen, para mí personalmente lo es, es un daño que se lo hacen a alguien que no se puede defender razonablemente.
La noche comienza a caer, la oscuridad se hace mas profunda…ya no están los perros en el camino, sino debajo de los árboles, tal vez en una de las casas…quien podrá asegurar si lograrán pasar esta noche?















Llegamos de vuelta al cruce, nos detenemos, nos servimos ese ansiado café que en algo entibia nuestros cuerpos…por lo menos hoy comieron, otro día, otra noche mas.

Dios es mi copiloto…

Gracias especiales para la Sra. Magdalena Parra, a Basilio, y mi hija Daniela

También mis agradecimientos a la Sra. Patricia, a Susan, por sus palabras de aliento y confianza en mí, y a la Sra. Ximena por su colaboración.

Y a todos los que de una u otra manera ayudan a mitigar el dolor de ser un "abandonado".
http://www.losperrosdelcamino.blogspot.com/

1 comentario:

  1. Woow.... llegue a tu blog a través de La Punto, y lo he leido... es tremenda la crueldad que existe con los animales, ellos nose merecen lo que les toca vivir... y me alegro de que aun haya gente como tu en el mundo que ponga su granito de arena para ayudarles a sobrevivir.

    Por cierto, precioso cachorrita la que llevabais en el maletero : espero nos cuentes de su evolucion!!

    Y tambien... lo siento mucho por Nachito, pero ahora seguro ya no sufre

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