"Rastrojos"

Se fue Septiembre, menos mal, me digo a veces pensando que ese mes trae muchas sorpresas, mas malas, ya que las buenas no existen.
Siempre para esa fecha el camino se llena de movimiento de autos, de personas haciendo picnic, asados, encumbrando volántines, familias enteras incluyendo a sus mascotas van a pasear en camionetas repletas de cosas y gente, no importa en que, lo importante es pasarlo bien de una u otra forma.
Por necesidad de una perra debí subir a darle antibiótico cada día feriado durante cinco días, de lo contrario corría el riesgo de una infección mas fuerte y peligrosa.


En parte les dí alimento a mas de alguno que reconoció mi auto, entre ellas estaba esta Negrita que aún se acercaba insegura al no confiar en mí, de seguro no había alcanzado de comer, lo que le ofrecí se lo devoró. Ahí la dejé llenándose la guatita, estaba contenta, movía su cola lentamente, pero la movía.
Seguí subiendo agradecida, contenta y preocupada, había comido bien, pero sentía su desconfianza en el lugar con todo. Quién iba a presagiar lo que acontecería. Y eso que yo solo subí para seguir con el tratamiento de una perra. Recorrí todo el camino fijándome en si habían cuerpos botados a la orilla de la berma, a lo lejos al frente del campo de tiro, se sentían ladridos de perros nuevos, de seguro serán los perros que quedaran olvidados por "casualidad" por quienes los llevan a pasear.

De vuelta bajando en un taco de vehículos a través de todo el camino, miro hacia adelante de mi auto con la sorpresa de ver a la Negrita, mama de Bella, echada encima del pavimento, me sorprende que no se mueva, pero mas me sorprende el cuerpo que está a su lado estirado en forma inerte. Pongo luces de urgencia, me detengo, nadie mas se ha dado cuenta de ello, todos los autos le hacen el quite a la pareja de perros que está encima de la calzada. Por detenerme y no dejar pasarlos, me llenan de lindas palabras, lo mas suave que me dicen es vieja culiá...pero a mi me da lo mismo lo que digan. Mas me importa que aún su cuerpo está entero, es la Negrita de la foto de arriba, la que había llegado hace tan poco tiempo, solo digo, dejó de sufrir, por fin descansa. La atropellaron, y quien lo hizo no se detuvo ni para ver que había pasado, después del golpe la dejó botada en el medio de la calzada, al mirarla pienso, debe haberla muerto en forma instántanea, me regocija pensar que no sufrió, por su nariz sale la sangre como río. Voy al auto, cambio el poco alimento que me queda a otra bolsa mas pequeña, uso el saco alimenticio como ataúd, cuesta meterla adentro, la sangre de su nariz sigue saliendo, mis zapatillas blancas se tiñen de rojo, que importa, por lo menos no alcanzaron a triturar su cuerpo. Por el apuro de bocinas vehicular, la oculto rápidamente entre los árboles. Corro el vehículo hacia el lado, mientras los demás solo atinan a meterle pata a su acelerador. Nadie mas que nosotros nos dimos cuenta que faltaban perros, o perras, da lo mismo, a nadie le importan.

Hoy hay varios perros de menos en el camino, gracias a un mes que cada año deja secuelas de asesinato y abandono de perros.

Hoy en el camino hay cinco perros o perras nuevas.



NO MAS ABANDONO DE PERROS



Marcela Opazo